Puntuales, como siempre, los papás y mamás despertaron a los niños ¿o fue al revés?. Seguramente de todo hubo, porque no podemos asegurar a quien le traicionaron antes los nervios. A algunos se les notaba que eran noveles en el asunto. Inseguridades, miradas de aprobación, de complicidad, de alegría, de tristeza, de asombro, de sorpresa, miradas de casi todos los tipos... Para los que no eran piestiernos, es decir los veteranos, desde los 4 años hasta 6º de primaria la cosa no fue muy diferente. Tal vez les costó un poco más levantarse e ir al cole, pero en la mayoría de los casos estaban ansiosos por saber qué o quién habría esperando. ¿Nuevos compañeros?.¿Nueva clase?.¿Nueva profesora o profesor?. Ya en el aula todos estaban muy contentos y atentos a las indicaciones del profesor: ya eran un año más mayores y eso debía de notarse desde ahora en adelante, y respondian con ilusión a las preguntas que sobre el verano el profesor les hacía. ¿Dije todos? no, este reportero pudo comprobar como alguno soltaba alguna lagrimita al acordarse de su papá y su mamá, pero eso, eso es otra historia. |